Mujeres, maternidad y deporte de alto rendimiento.
En Psicólogos del Deporte Online tenemos una concepción holística del deportista, por lo que no lo concebimos como una persona que únicamente hace deporte, sino que además tiene otras facetas en su vida como puede ser la social, familiar, y académica/vocacional, entre otras. Partiendo de esta premisa, una tarea importante pero a veces nada fácil, es que el deportista encuentre un punto de equilibrio entre su área deportiva y las demás que conforman su identidad como persona. Si como decimos esta tarea no es fácil para muchos deportistas, podría ser menos aún para aquellas mujeres deportistas que quieren pasar por la maternidad sin que ello sea una renuncia definitiva a seguir compitiendo en el alto nivel.
Maternidad y los Juegos Olímpicos de Río 2016
Participaron al menos 7 deportistas que durante el ciclo olímpico entre Londres 2012 y Río 2016 fueron madres, para después continuar en el deporte de más alto nivel. Uno de los casos más conocidos es el de Gemma Mengual, quien acudió a los JJOO tras haber sido madre por segunda vez.
Marina Alabau, regatista, también participó en Río 2016. La sevillana fue madre en 2013, y en el mismo mes que su hija cumplió un año, se proclamó subcampeona de Europa y del Mundo.
Otra española que estuvo en la misma tesitura fue Teresa Portela, quien fue madre en 2014. La piragüista reapareció en la competición en 2015, y disputó sus quintos JJOO en Río de Janeiro.
Completaron la lista Tirunesh Dibaba, Yanfei Shen, Jessica Ennis-Hill y Maialen Chourraut, que obtuvo la medalla de oro en Río 2016.
Por un lado, el hecho de que resaltemos los casos anteriores va en contra de la idea de que después de ser madre no se vuelve a alcanzar el nivel competitivo que se consiguió antaño. Como dato, mencionaremos que apoyados en este juicio, Amaya Valdemoro comenta que:
“en la WNBA la mujer tiene reconocido el derecho a quedarse embarazada y el club le ha de mantener el contrato, pero uno o dos años más tarde o no se lo renuevan o lo hacen a la baja, porque consideran que su rendimiento desciende”.
Más allá de las repercusiones físicas que conlleva el haber sido madre, nos gustaría detenernos a mencionar el cambio de mentalidad que te puede provocar haber tenido un hijo/a. Esto puede hacer que una deportista comience a relativizar la importancia del deporte, su profesión. En este sentido, Maialen Chorraut comenta:
«Yo siempre quise ser madre. Antes el piragüismo lo era todo, ahora es mi oficio. Mi pasión ha pasado a ser mi hija».
Este cambio de mentalidad puede hacer que lejos de lo que muchos puedan opinar, el haber sido madre haga que el cambio de enfoque pueda generar una posibilidad de rendir más en la parcela deportiva puesto que a pesar de que físicamente se puedan ver algo mermadas por el esfuerzo que implica sacar a un bebé adelante, la felicidad y el bienestar del momento pueden compensar este aspecto.