Fin de temporada, época de cambio
Se acerca el verano y se terminan la mayoría de competiciones deportivas, sobre todo en los deportes de equipo. En muchos casos, el fin de temporada significará momento de cambios. Algunos de estos cambios pueden venir al pasar de una categoría a otra, o de una etapa deportiva a la siguiente. En otros, puede ser un club o una federación los que decidan no contar contigo para la próxima temporada, ser tu quien quieres hacer un cambio, o incluso que te plantees dejar el deporte. Como somos conocedores de que estas situaciones se pueden dar en estos meses, hemos decidido escribir esta entrada en la que os hablaremos de algunos factores que podéis tener presentes a la hora de tomar decisiones.
Antes de comenzar a analizar los distintos factores, destacaremos una realidad de la que hemos de ser conscientes. Todas las personas que estamos vinculados al deporte estamos sujetas a posibles cambios. Entrenadores y entrenadoras, gestores deportivos, deportistas, preparadores físicos, psicólogos del deporte, analistas, fisioterapeutas, … incluso las madres y padres de deportistas. Todos hemos de ser conscientes de que ésta es la realidad del deporte. Ser conocedores de ello, nos puede liberar de presión. Y nos puede ayudar a decidir cómo reaccionar ante los posibles escenarios que se nos plantean. De esta forma podemos focalizar en qué hacer a partir de ahora.
El proceso de la toma de decisión puede ser complejo. Por ello, pasamos a comentaros factores que os pueden ayudar a abordar de una manera más completa la situación de fin de temporada, llena de cambios.
1. Objetivo:
Puede parecer una obviedad, pero lo primero que hay que preguntarse es qué quiero conseguir. ¿Qué es lo que busco? ¿esta opción me va a ayudar a conseguir mis metas? Es muy importante que la decisión sea meditada y sopesada. Siempre teniendo en cuenta las posibles consecuencias y no fruto de un «calentón», es decir, de una reacción emocional puntual. Para ayudarte a responder a algunas de estas preguntas, te pueden echar una mano aquellas figuras a tu alrededor con quien tienes confianza; y quienes consideras que puede pueden aportar nuevos puntos de vista.
2. Estudio de las alternativas, pros y contras:
Valorar todas las posibles opciones antes de tomar la decisión, y tener en cuenta todos los aspectos positivos y negativos que tendría decidirse por cada una de ellas.
Toda elección implica pros y contras. En algunas cosas se sale ganando y en otras perdiendo. Lo que significa que habrá que renunciar a algo. Aunque en ocasiones nos cueste aceptarlo, no se puede tener todo. Además si se pretende conseguir todo lo que se desea lo más probable es que haya algún punto de bloqueo en la toma de decisión, incluso que al no aceptarlos se produzcan frustraciones o malestar.
3. Prudencia y coherencia:
Algún ejemplo de esos errores por querer tenerlo todo, o por no querer renunciar a algo puede ser dar tu palabra con algún equipo, club o entidad y que después te aparezca una opción mejor. La palabra es algo importante dentro del deporte y si no se mantiene puede ser algo que te de mala reputación y que te cierre futuras puertas. Es importante que te tomes tu tiempo, y si no lo hay, tomar la decisión sabiendo que igual después sale algo mejor pero que a algo hay que renunciar, y en este caso renuncias o a tu credibilidad o a tu beneficio deportivo.
Otro posible error es el de la transparencia, puede que el ser sincero y transparente con tus interlocutores te reste poder de negociación. Pero si te guardas información importante, engañas o prometes cosas que no dependen de ti o no puedes cumplir te estás hipotecando. Y puede hacer que en el futuro ese procedimiento te pase factura.
4. ¿Quién decide?
Pero al final, ¿quién debe tomar la decisión? En el caso de deportistas jóvenes aparece la pregunta: ¿los padres o el deportista? Muchas veces las madres y padres quieren que la decisión la tome el niño o niña de manera totalmente autónoma, pero en muchas ocasiones son niños y necesitan de la guía de sus padres.
Igual que no se les dejaría tomar la decisión de ir al médico o no, de comer algo en mal estado o no, en el deporte hay opciones que los padres deben descartar. Así mismo hay que ayudar dando la información adecuada a los niños para que puedan tomar la decisión adaptada a su nivel de entendimiento de lo que esa decisión supone.
Hay que dar tiempo suficiente para que la decisión sea estable y no precipitada. Y tengamos que ir cambiándola cada vez que la criatura cambia de opinión. Será muy importante informar de los pros y los contras y de las consecuencias de la decisión, además podemos dar nuestra opinión sobre lo que creemos que más les conviene. Incluso, en algún momento los progenitores podrían tomar la decisión si es muy evidente que es lo mejor para el deportista. En este caso, cobra una mayor importancia el explicar la decisión para que el niño o niña lo entienda.
En nuestra opinión un aspecto a tener en cuenta es si el entorno en el que está o en el que podría estar nuestro hijo/a es educativo y le aporta aprendizajes extensibles a su vida y crecimiento personal, como explicamos en esta entrada anterior.
5. Consecuencias:
No solo voy a tener que renunciar a cosas, si no que mi decisión tiene implicaciones, tanto en el fin de temporada como en otra situación, para muchas otras personas o entidades y va a generar unas consecuencias.
Nuestro consejo es que siempre hay que intentar que las relaciones acaben bien y no cerrarse ninguna puerta porque nunca se sabe las vueltas que da la vida.
Evidentemente nunca se puede agradar a todo el mundo, y en lo que decidas habrá gente que no estará de acuerdo. Es en estos casos en los que adquiere mayor importancia si cabe, la manera de hacerlo. Si las personas o entidades que salen perjudicadas de tu decisión perciben que la has tomado teniendo en cuenta sus circunstancias, y de manera honesta y sincera, entonces aumentas las probabilidades de que las relaciones sigan siendo amistosas.
Así mismo, en el caso de que lleves 10 años en una entidad y ésta prescinde de ti, puede que te sientas despreciado y enfadado, pero si aún así cuidas la manera de terminar la relación nunca se sabe qué depara el futuro. Además, si has estado tanto tiempo en esa entidad seguro que te unen a ella muchos lazos afectivos con la propia entidad y con las personas que han formado parte de ella durante todos esos años, así que es bueno darle valor a todos los recuerdos y afectos que te llevas de esa etapa de tu vida.
No existe una varita mágica para asegurarse acertar 100% con los cambios, como dice Ruth Chang (profesora de derecho en Oxford y filósofa) en su charla TED sobre tomar decisiones difíciles: las decisiones que tomamos y cómo las tomamos pueden ser una oportunidad para definir quién queremos ser y cómo queremos ser. Haz click aquí o sobre la imagen para escuchar esta charla TED.
Por lo tanto, si a la hora de tomar una decisión lo hacemos con prudencia; teniendo en cuenta qué quiero hacer; quién quiero ser; considerando las alternativas con sus pros y sus contras; lo que se gana y lo que se pierde; se valoran las posibles consecuencias de cada opción; y se cuida a las personas que van a salir afectadas por nuestras decisiones, tanto en el fin de temporada como en cualquier otra situación. En este caso vamos a tener muchas más probabilidades de acabar satisfechos con la decisión que hayamos tomado.