Cuando se te acaba el deporte.
El Basket está de enhorabuena, Pau Gasol vuelve a las canchas. Dos años después de no haber podido competir por culpa de las lesiones cierra su periplo de casi 20 años en la NBA y vuelve al FCBarcelona. Próximo a cumplir cerca los 41 años.
En este mismo blog, (¿Por qué lo hace?) ya analizábamos cómo el catalán y otros deportistas lograban alargar tanto sus carreras. Parece que en esta ocasión el horizonte de competir en sus quintos JJOO y poder finalizar su trayectoria jugando al máximo nivel han sido determinantes. Más allá de títulos individuales, contratos y el aplauso del público, que lo tiene ganado desde hace mucho tiempo, el hecho de desafiarse física y mentalmente de nuevo le ha empujado a tomar esta decisión. La satisfacción propia por haberlo conseguido, o al menos intentado. Suele ser más gratificante que las mismas recompensas externas. Vemos de nuevo la importancia de identificar la motivación intrínseca y alejarnos de aquellos elementos que forman parte de la motivación extrínseca.
Otros casos:
Dumoulin
Este hecho contrasta con la retirada, de momento provisional, del ciclista Dumoulin a los 30 años. Edad en la que supuestamente quedan las mejores temporadas por delante. Considerado por todos dentro del Top-5 del pelotón internacional, el belga dijo textualmente “ha sido como quitarme una mochila de cien kilos de los hombros”.
En su caso una lesión en 2019 fue el detonante para una decisión que poco a poco se iba gestando. Es importante señalar este último punto. Pueden llegar a ser una sorpresa para compañeros de profesión, técnicos, prensa, aficionados, pero seguramente sus más allegados habían detectado ciertas señales de aviso: falta de ganas de entrenar/competir, pérdida de ilusión en nuevos objetivos, pensamientos/discurso pesimista, irratibilidad, mayor propensión a las lesiones, sensación de no pertenencia al “mundillo” de su deporte. Es importante poder detectarlas a tiempo para reducir el impacto negativo que pueden tener para el deportista y su entorno.
Martín Bouzas
Otro caso en el ciclismo aún más llamativo, por la edad, es el de Martín Bouzas. Después de haber despuntado como juvenil y debutar en el mundo profesional ganando tres campeonatos de España en contrarreloj decidió bajarse de la bici.
Alegó que la presión que se veía sometido en su día a día era muy alta, y que si miraba adelante en su carrera la veía como algo insoportable. Admite que quizá le faltaron recursos psicológicos. Principalmente para gestionar las expectativas, el estrés, la ansiedad y la que le acompañaron desde que firmó su primer contrato profesional. Toda una paradoja. Lo que soñó desde muy pequeño se convirtió en el inicio de un calvario. Esto puede ser visto desde la psicología como la adaptación hedónica. Muchas veces solemos pensar que si logramos cierto objetivo externo (dinero, reconocimiento, posición social…) obtendremos el pasaporte a una felicidad eterna.
Este fenómeno nos señala que tras la consecución de alguno de estos elementos sí hay un importante aumento en los niveles de satisfacción percibida. Pero que ésta va en descenso hasta llegar a un nivel basal en la que estos elementos pierden su valor.
En Psicólogos del Deporte Online vemos cada día la dureza y la exigencia de la alta competición. Por eso no nos sorprende casos como el de los dos ciclistas. Ni les quitamos ni un ápice de mérito. Llegar a tomar una decisión requiere mucha valentía, un alto autoconocimiento y una gran apuesta por la búsqueda de la coherencia interna. Nuestra filosofía es la de trabajar para buscar el bienestar global del deportista. Y a veces nos encontramos que ese estado se alcanza a través de caminos diferentes a los que estaban planeados.