Afortunadamente, cada vez es más frecuente hablar de la importancia de «la mentalidad en el deporte» o incluso escuchamos a deportistas que afirman trabajar con especialistas en Psicología del Deporte.
Por ello, hoy hemos querido mirar atrás para preguntarnos qué es en sí la Psicología del Deporte.
Qué es la psicología del deporte
Hay múltiples definiciones de psicología del deporte. En función de lo concreta y específica que se quiera hacer la definición, o de lo inclusiva con todas sus funciones, áreas de estudio y aplicación que tiene, la definición puede variar mucho.
Una de las definiciones que conjugan mejor la concreción con la inclusión, y que por tanto, representan mejor lo que es la psicología del deporte es la que hace nuestro querido Jaume Cruz en el 2001:
«La Psicología del deporte es un campo de aplicación de la propia Psicología que:
- Examina el papel de aquellos factores psicológicos que inciden en la iniciación y en el mantenimiento de la práctica deportiva (orientación motivacional, estilo de comunicación del entrenador, etc), así como en el rendimiento del deportista (autoconfianza, control emocional, etc).
- Analiza los efectos psicológicos, tanto positivos (reducción de ansiedad, mejora autoconfianza, etc) como negativos (lesiones deportivas, Burnout, etc) derivados de la práctica deportiva.»
Objetivos principales de la psicología del deporte
Basándonos en la definición podemos establecer que los objetivos de la psicología del deporte van, principalmente, en 3 direcciones:
- Fomentar la práctica deportiva y la actividad física.
- Potenciar el rendimiento deportivo.
- Potenciar los beneficios psicológicos del deporte y la actividad física, y combatir los efectos negativos de éstos.
Fomentar la actividad física y el deporte
Hay infinidad de evidencia científica que apunta a que realizar algún deporte o actividad física tiene enormes efectos positivos sobre la salud física y mental. Por lo tanto la psicología del deporte tiene que entender aquellos factores psicológicos que ayudan a que una persona empiece a hacer deporte y que, una vez ha empezado, consiga incorporar la actividad física a sus rutinas habituales. Todos conocemos el caso de quién paga religiosamente la cuota del gimnasio, pero no lo pisa desde la semana en que comenzó a ir.
En este campo el trabajo aplicado, la persona especialista en psicología del deporte puede trabajar directamente con la persona que está interesada en empezar a hacer deporte o mantenerlo, o formar parte del grupo de trabajo que diseña programas de fomento de la actividad física y la salud en gimnasios o instituciones públicas.
Potenciar el rendimiento deportivo
Este es probablemente el campo más conocido de la psicología del deporte, o al menos el más llamativo. Si se practica deporte de manera competitiva o se busca algún rendimiento, hay múltiples aspectos que influyen para rendir bien, y sin duda, muchos de ellos son psicológicos.
Podemos decir que en el deporte hay cuatro ámbitos que influyen en el rendimiento deportivo: Físico, Técnico, Táctico y Psicológico. Igual que se trabaja la parte física, técnica y táctica durante años, aspectos como la motivación, la atención y concentración, el nivel de activación, la ansiedad, la confianza, las emociones, la comunicación o el liderazgo son algunos de esos otros aspectos claves que cualquier persona ha de tener presente para poder obtener un buen rendimiento.
¿Y basta con hablar de estos aspectos psicológicos en una conferencia o charla grupal o individual? La respuesta es NO. El psicólogo del deporte ha de trabajar con el deportista para aumentar las posibilidades de rendir bien y de, en consecuencia, obtener mejores resultados.
Efectos psicológicos de la práctica deportiva
Como dice la definición de Cruz, la práctica deportiva tiene unos efectos psicológicos sobre los deportistas siempre que se practique en un entorno saludable. La mayoría de estos efectos son positivos, por ejemplo: mejora los niveles de ansiedad, mejora la autoestima, , mejora de la autodisciplina, mejora del autoconcepto personal, genera un pensamiento más optimista, etc.
Por otro lado, hemos de conocer que también pueden existir algunos efectos negativos derivados de la práctica deportiva, sobre todo cuando se practica deporte de manera competitiva, por ejemplo: trastornos alimentarios, burnout, estrés, baja autoestima, etc.
Es importante conocer estos efectos adversos y cómo se pueden llegar a producir para realizar programas preventivos y ayudar a que no se produzcan. Y, por cierto, de esta manera, también sirve para poder ayudar a los deportistas de alto rendimiento a poder realizar su deporte intentando minimizar o evitar estos aspectos adversos y poder tener una carrera deportiva satisfactoria.