«Cuando acudí a Psicólogos del Deporte me encontraba en lo que se puede llamar una muy mala racha. Llevaba tiempo sin obtener ningún buen resultado en las audiciones, cada vez me ponía más nerviosa y me frustraba muchísimo el hecho de no poder mostrar lo que yo creía podía hacer. Algún compañero me recomendó trabajar con un psicólogo deportivo, dadas las similitudes que existen entre la competición en este ámbito y los procesos selectivos en la música a los cuales “me enfrento”.
Mediante el trabajo que estamos haciendo, estoy aprendiendo a jugar más con la idea de adaptarme al momento, a aceptar que las circunstancias no van a ser ideales y sacar lo mejor de ello, tratando de olvidar el resultado y centrándome más en el proceso creativo. Disfruto mucho más y sí, de paso está dando sus frutos :)»
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