Recelos hacia la Psicología del Deporte
La psicología del deporte en el campo aplicado es una disciplina incipiente, todavía en desarrollo. Hace muchos años que hay psicólogos y psicólogas trabajando en el deporte pero todavía no se ha generalizado y hay muchos recelos a trabajar con uno.
Entrenadores, directivos y deportistas tienen varios argumentos: “eso es sólo para deportistas de muy alto nivel como en el Barça o en los juegos olímpicos”, “eso para quien lo necesite porque le pase algo”, “no lo necesito, no estoy loco”, “para psicólogo ya estoy yo”, ”¿psicología para qué? Lo que tienen que hacer es correr”, etc.
De la mayoría de los argumentos se desprende que se entiende el trabajo psicológico como una debilidad.
Marc Márquez
Un ejemplo es el de Marc Márquez en el programa Planeta Calleja con él de invitado el 27/04/2014. En un momento del programa Calleja saca el tema de la psicología del deporte. Le comenta que ha oído que Stoner se retiró porque le podía la presión, porque no podía psicológicamente seguir corriendo y entones le pregunta:
“- Calleja: ¿Hacen falta los psicólogos?
– Márquez: Depende del piloto, depende de la persona, a mí nunca me ha hecho falta, siempre… si tú… es que es depende de cómo te han educado, cómo tienes el coco, cómo… claro que… no digo que sea una cosa mala pero hay gente que va allí y da un paso adelante. Pero yo no lo he probado nunca.
– Calleja: Y ¿nunca lo harás?
– Márquez: No. Bueno… si algún día veo que lo necesito sí, pero si no, no.”
Esta conversación es un buen ejemplo de que la psicología es vista como una debilidad (el psicólogo para los demás, no para mí, para el que lo necesite. Yo soy un tío fuerte mentalmente y si “voy” al psicólogo ya no lo soy).
Jorge Lorenzo.
Otro ejemplo es el de Jorge Lorenzo en una entrevista en el diario El País el 6/02/2015:
“P: ¿Qué cree que pesó más en el mal inicio de la temporada pasada, la mala forma física o la falta de confianza?
R: Fueron muchas las circunstancias negativas que se juntaron en nuestra contra: físicamente yo mejoraba muy lentamente, la moto era más nerviosa, los neumáticos eran más duros… Y las cosas no salían. Así, la mentalidad y la actitud, aunque no se quiera, son negativas. Y esa negatividad crea más nervios y hace que veas el vaso medio vacío y no medio lleno.
P: ¿Perdió la confianza?
R: No es que perdiera la confianza, pero todo iba mal y me veía muy lejos de mi mejor rendimiento. Si quería luchar por el título tenía que acabar, como mínimo, en el podio. Y no estaba preparado para hacerlo.”
En estas 2 respuestas Lorenzo hace un relato muy sincero y estudiado de la situación, donde explica lo que siente pero evita llamarlo pérdida de confianza porque entonces pasa a ser una debilidad (yo no pierdo la confianza, a mí me pasan cosas que hacen que no rinda bien).
Son dos ejemplos de los muchos que se podrían poner respecto a esta visión de la psicología como una debilidad. Sin embargo la psicología es una de las 4 dimensiones de trabajo en el deporte y de preparación del deportista junto con el físico, la técnica y la táctica.
Nadie se plantea presentarse a una competición, carrera o partido sin preparase físicamente, sin trabajar para poner el cuerpo en disposición de afrontar y superar esa competición lo mejor posible. Pero sí se ve normal no prepararse mentalmente: trabajar psicológicamente las exigencias mentales y emocionales que va a tener que afrontar y superar.
Carolina Marín.
Sin embargo, hay deportistas que sí trabajan y entrenan su mente para afrontar las competiciones, como la recientemente campeona del mundo de bádminton Carolina Marín, lo explica en una entrevista en el diario El País el 17/03/15:
“P: ¿Cómo es su día a día?
R: Lo tengo todo muy organizado. Me levanto a las 7.00, desayuno y entreno de 8.00 a 10.00; descanso un poco y vuelvo a entrenar de 12.00 a 14.00; y luego como y tengo una tercera sesión de 17.00 a 20.00. Al margen, los martes también tengo psicólogo y los jueves fisioterapia.
P: ¿Cuál es la clave para poder competir a ese nivel?
R: Tengo mucha personalidad. La gente me dice que soy muy madura para mi edad y esto me lo ha aportado el deporte. Soy una privilegiada porque tengo una fortaleza mental innata y eso, en el deporte de élite, es esencial. Antes de venir a formarme a Madrid jamás pensé que estaría con un psicólogo y a día de hoy puedo decir que es uno de los aspectos más importantes. Mis dos grandes bazas son mi condición física y mi fortaleza mental. Me he encontrado con muchas situaciones complicadas, pero las he conseguido superar.”
Carolina considera que tiene una fortaleza mental innata, aún así trabaja con un psicólogo una sesión semanal y además lo considera uno de los aspectos más importantes. El objetivo es que la manera de trabajar de Carolina pase de ser extraordinaria a ser lo normal.
La visión del trabajo psicológico como una debilidad por parte de la mayoría de entidades, entrenadores y deportistas se debe, en gran medida, a que es un ámbito de aplicación científico todavía muy desconocido.
Para eliminar fantasías y recelos, y generalizar el uso de la psicología del deporte, debemos esforzarnos los que formamos parte de ella en dar visibilidad a nuestro trabajo y nuestro conocimiento científico, e intentar explicar y difundir bien en qué consiste y cómo se trabaja.
Entrevistas:
– Planeta Calleja con Marc Marquez:
– Entrevista a Jorge Lorenzo en El País:
– Entrevista a Carolina Marín en El País:
Comentarios (2)
Claudio / 07/05/2015
El artículo me ha resultado muy interesante y quería añadir un comentario desde mi perspectiva. El punto de vista que puedo aportar es el del entrenador en deportes de equipo. En este colectivo, además del argumento de la debilidad, también considero que existen otros dos miedos a la hora de contar con especialistas en la psicología del deporte:
1). Miedo a la intromisión.
En algunas ocasiones los entrenadores conciben su equipo como su pequeña manada, su grupo de pupilos, etc. El entrenador quiere ser el que más sabe (o al menos parecerlo) de ese grupo. Quiere controlarlo todo y estar por encima de todo. Este perfil suele ver con mucho reparo la introducción de un nuevo elemento que pueda poner en peligro su «superioridad intelectual». Ocurre con los psicólogos del deporte, pero también con un nuevo coordinador o director deportivo más dado a participar en la planificación o con un entrenador de porteros que intenta involucrarse un poco más allá de la preparación estrictamente técnica.
2) Miedo a ser juzgado, evaluado o controlado.
En alguna conversación con personas que no han trabajado con especialistas de la psicología (sea del deporte o no) he comprobado algunas concepciones un tanto erróneas de lo que es un psicólogo: «Mientras estamos hablando están siempre analizándonos para ver si estamos locos, no?». Hasta dónde sé los psicólogos no disponen todavía de ninguna máquina ni dispositivo especial que les permita transcribir todo lo que pensamos para posteriormente analizarlo en un despacho de un sótano siniestro. El psicólogo del deporte es un profesional que te va a ayudar a entrenar el aspecto mental (individualmente o colectivamente) para poder rendir mejor. Te podrá guiar, proponer e incluso advertir sobre tus posibles decisiones, pero el psicólogo del deporte no va a entrar en tu mente para cambiar tu sistema de valores. Tampoco te va a enseñar oratoria, ni va a servir de altavoz para que él diga las cosas que como entrenador te resulten incómodas decir.
Prácticamente todos los miedos vienen originados por la falta de información. El entrenador debe saber que contar con la figura de un especialista no es ninguna intromisión, ni tampoco muestra de una debilidad como se señala en el artículo. Al contrario, es muestra de profesionalidad y de querer mejorar todos los aspectos del juego.
A cualquiera le puede parecer obvio que la clave para mejorar el rendimiento deportivo es el entrenamiento. Lo que no resulta tan obvio es QUÉ entrenar y CÓMO. Descuidar cualquier aspecto puede llevar al traste el trabajo de todas las demás disciplinas. Una mala preparación física, puede arruinar un buen trabajo táctico o técnico. Una mala preparación mental también.
Mi experiencia al trabajar con especialistas me lleva a pensar que todo se entrena. No hay fórmulas mágicas, ni inspiraciones divinas. No hay software que se instala en la mente de tus jugadores para qué jueguen como tú quieres. No hay jugadores tan buenos como para jugar bien sin que antes se les explique que es para ti jugar bien. No hay milagros en dos días. Sólo hay trabajo, entrenamiento. Hay personas delante, con miedos, ambiciones, presunciones, etc.
Cuando un entrenador ve a un jugador de buen nivel técnico o táctico lo quiere en su equipo sin valorar mucho la dimensión mental, y el entrenador piensa: «Con esa calidad ya lo espabilaremos» para acabar pensando: «Espabila de una vez!». Sin tener en cuenta que el aspecto mental forma parte de la «calidad» de un jugador, y sin tener en cuenta que no es solo un problema de voluntad (que el jugador «espabile») sino que es una cuestión que requiere estudio, entrenamiento y dedicación.
Psicólogos del Deporte Online / 07/05/2015
Gracias Claudio!
Tienes toda la razón al señalar estos dos aspectos que contribuyen a los recelos hacia la psicología del deporte, el miedo a la intromisión (a la pérdida de autoridad) y a ser juzgado son dos grandes miedos, sobre todo por parte de los entrenadores, que en gran medida son producidos por la falta de información por parte de los profesionales que formamos parte de la psicología.
Lo explicas con mucha precisión y el hecho de que lo cuente un entrenador que ha pasado de no trabajar con un psicólogo a trabajar, le da mucho valor a la reflexión y es un buen ejemplo de qué es la psicología y cómo trabaja.
Un saludo y muchas gracias!